
He estado reflexionando durante unos días , sobre cómo empezar mi
primer post del este blog de Mujer en Esencia y me venía a la cabeza una
pregunta que en apariencia es sencilla, al mismo tiempo profunda y quizás
,no fácil de responder.
¿Qué significa para ti despertar tu esencia?
Al formularla, tengo la sensación de que es una pregunta íntima ,con tantas
respuestas como mujeres hay en este mundo , pero al mismo tiempo hay
algo dentro de mi que me dice que muchas de nosotras responderíamos lo
mismo, porque al final nos une a todas lo mismo , nuestra esencia.
El hacértela puede llegar a mostrarte lo que habita dentro de ti , y quizás
sientas y te des cuentas de que es mucho mas auténtico que lo que
exteriormente estamos mostrando. Entonces, si es algo tan auténtico
porque no darle luz, qué ocurre dentro de ti que te lo impide
Mi experiencia me ha mostrado , que para llegar a esa esencia es
importante despojarnos de condicionamientos sociales, culturales y
creencias que nos han repetido y que hemos asumido como verdad, pero
¿realmente lo son?… A que le vas a dar más valor, a lo que siempre has
oído, te han dicho o dicen de fuera, o a lo que emana de ti que sabes que es
verdadero y te hace sentir bien. Entonces, ¿que es lo que te impide seguir
ese camino? .
Seguramente tienes muchas respuestas – excusas y si miramos debajo de
ellas puede que nos encontremos con la falta de confianza.
Confiar en ti misma. Sí, Confiar. Es paradójico como entregamos nuestra
confianza a personas y/o entidades que no conocemos , que incluso nos
demuestran que no son leales, pero lo hacemos sin pensar, porque se nos
ha dicho que hay que hacerlo, que no hay otra manera ; sin embargo
cuando se trata de confiar en nosotras mismas temblamos de miedo .
¿Quien te ha dicho que no puedes confiar en ti? … ¿Es una creencia o una
realidad?.
Confiar en ti es el primer paso para hacerte soberana de tu vida.
La esencia de cada mujer es igual de única que ella misma, y no se basa en
creencias, patrones, reglas sociales , familiares, culturales… No se si en en
algún momento has pensado cuánto de ti , como mujer ,esta supeditado a
lo que socialmente está pactado como: hay que , debes de , tienes que; sin
que lo hayas decidido tu.
Cuando reflexionamos sobre lo que significa despertar y mostrar nuestra
esencia y observamos en nuestro día a día en que medida somos fieles a
nuestra sentir profundo, quizás nos demos cuenta de que hay una parte
que sí ,que tenemos clara que está expresada, vivida , sentida … pero, la otra
parte que ocurre con ella , porque no la expresamos, sentimos, vivimos de
igual manera. ¿Qué hay detrás de ese esconder lo que forma parte de ti?
Miedo a lo desconocido , a no ser aceptada, culpa o quizás sientas que no
eres merecedora de experimentar , expresar, sentir .
Estoy segura que tu respuestas y tus inquietudes son compartidas por
muchas otras mujeres, porque aunque cada mujer es única ,hay algo que
nos une, una energía que va más allá de lo físico, la energía femenina , esa
energía que siempre nos acompaña, que está presente a pesar de haber
sido manipulada , maldecida, castigada y por lo tanto escondida e incluso
anulada convirtiéndola en invisible, ya que se nos ha hecho creer que es
débil.
Nos hemos desequilibrado dándole más lugar a la energía masculina , mal
interpretándola, en donde la acción y el foco ,algo muy positivo si está en
equilibrio ,se ha convertido en competencia, en soy capaz de ocuparme de
todo, soy perfecta y lo voy demostrar… y así hemos sido arrastradas por ella
en pos de un instinto de supervivencia y reconocimiento social , ocultando
de manera consciente o inconsciente nuestra energía femenina. Acaso la
intuición , la fluidez , la cooperación, el cuidado ( hacia una misma para
acompañar de manera equilibrada ), la cooperación , la creatividad, la
comunicación , la inspiración, la curiosidad, el deseo de saber y conocer son
atributos correspondientes a la debilidad.
Es el momento de reconocer abrazar y escuchar, todas esta energía innata
que es la que nos otorga el poder de conectar con nuestra verdadera
esencia.
Abrázate.
Anala
Comentarios recientes