¡Bienvenida al Disfrute!
Mujer en esencia es mi casa, mi forma de concebir el mundo, un lugar de donde salgo y al que siempre regreso. Mi primera casa fue mi madre, de ella salí y a ella siempre regreso.
Pienso, siento y vivo como mujer, en un cuerpo de mujer, y desde ahí es mi experiencia, una experiencia que nunca es sola, sino en relación.
¿Qué vas a encontrar aquí? pues ni yo lo sé, tal vez me lo tengas que decir tú. Como esta frase creo que es “antimarketing” me entran ganas de decirte: Salud, dinero y Amor, esto último te lo digo con ritmo y sonrisa incluida.
De lo que Sí estoy convencida, es que encontrarás Hilos Dorados de los que tirar, mascadito No, pues te estaría privando del Placer de Descubrirte, Del Disfrute del Encuentro…con lo Otra de tí, todo se da a su debido tiempo, además si te lo muestro antes seguramente no lo verás, te acompaño a preparar la Tierra.
Yo soy una disfrutona, y como he sido y soy disfrutona, no me he especializado en nada, no he tenido tiempo, solo de disfrutar, esto mismo por lo que me he castigado gran parte de mi vida, luego me he dado cuenta de que es lo que la gente busca, me da la risa, pues nunca pensé que algo tan sencillo y natural en mí fuera la marmita de oro que la gente va buscando por ahí. Tengo un trabajo, soy Enfermera desde hace veinte años, de las buenas, casi se me olvida, es mi vocación, pasión y camino de vida.
Esto que estoy ofreciendo sería mi segundo trabajo, compartir mi experiencia de Ser-siendo mujer (como diría la Mary Daly) ,mujer disfrutona, cuidadora radical. Podría dedicarme a otras cosas, tener otro segundo trabajo de cualquier otra cosa, que de hecho me han ofrecido haciendo otras actividades de enfermera, que a lo mejor me resultaría más fácil, que incluso me diera más dinero y que en principio no me costara, pues este ya me está costando sin apenas arrancar, peeeero no me apetece, estoy haciendo con esto justo lo que me da la gana.
Como he estado en todas las fiestas y saraos del mundo mundial es fácil que algunas de mis expresiones tengan estribillo, sorry.
Como me diría una vez Vanessa Ravira, una de mis mentoras, “sencillo no significa que sea fácil” , el placer de disfrutar es innato a todas las criaturas, solo tengo que mirar a mi hija de casi tres años y me lo recuerda, su frase preferida es : “ Vamos a jugar”, con eso venimos de mamá, solo que por el camino, a veces lo olvidamos. Y aquí entro yo en el juego, de acompañarte a ese lugar de disfrute.
Y para qué, me puedes preguntar, para mí el hecho de disfrutar es suficiente, así como el de descubrirme a mí misma, como diría Concha Buika en sus tik tok maravillosos, invertir en mí es la mejor inversión, conocerme y descubrirme…Un Planazo.
Estos para qués se quedan un poco cortos pues son tan trascendentes que no se pueden palpar, te pongo algunos ejemplos prácticos:
La primera vez que fui a la búsqueda de Visión en Tenerife con la Abuela Margarita, era en un lugar recóndito, en Tres Pinos, así se llama, imagina dónde estaba, pues la organizadora, Natalia, envió las coordenadas por GPS, así como un plano, me quedé sin cobertura y no podía acceder a la información, era tanto mi deseo de llegar que no me desesperé, sabía que iba a llegar, y llegué, tan fácil que pareciera magia, solo fuí haciendo caso de las señales, las señales no eran carteles con letras y flechas, aunque mi imaginación así lo descifró, seguí en cada momento en cada cruce de caminos lo que esa intuición me decía, a veces una flor, a veces un recodo, a veces un sonido o un silencio…y así llegué. No sabía a lo que iba, me movía la curiosidad. Y fue maravilloso, estaba en el lugar correcto en el momento oportuno.
Esto me sucede muchas veces, estar en el lugar correcto y en el momento oportuno, la gente lo llama suerte, a mí también me gusta llamarlo suerte, y luego digo: qué suerte tengo, perdí tu número y mira me he vuelto a encontrar contigo.
Qué suerte tengo, hoy se quedaba libre este puesto de trabajo y justo hoy entregué el currículum.
Qué suerte tengo, hoy justo se acababa el plazo para solicitar una reclamación y me enteré.
Tengo invitados en casa, cojo un puñado de cubiertos, los cuento…justo los que vienen.
Yo lo llamo suerte, o magia, luego descubrí que a eso también lo llaman Conexión, Escucha Interna, vivir conectada, y alguna cosa más que no recuerdo, tal vez porque es menos divertida.
Como anécdota te cuento que de pequeña coleccionaba tréboles de cuatro hojas, es uno de mis entretenimientos cuando salgo a pasear, aún conservo algunos.
Quería ser enfermera y recé mucho hasta conseguirlo, quería un buen trabajo y también recé por mi actual puesto, la lotería aún no me ha tocado, estoy en ello. A esto descubrí que lo llaman el Poder de Manifestar, hay cursos, yo lo llamo Rezar.
Descubrí, después de recorrer todos los cursos y formaciones del crecimiento personal, que yo ya hacía algunas de esas cosas “para conectar”, puede que tú también, como cantar, bailar, caminar, cocinar, las labores de casa, escuchar y leer cuentos, y en mi caso además el tarot, los oráculos y la oración. Otras las aprendí y son magníficas, como la conexión con la ciclicidad, tanto de la Tierra con sus estaciones como la de la mujer a través de su ciclo menstrual, la respiración, técnicas de relajación, iniciaciones, escuchar a otras y otros partiendo de su experiencia, y sobretodo las cosas que hay que afrontar en el día a día, las cotidianas, el no llegar a fin de mes, las discusiones con la pareja, los amores y desamores, los planes fallidos, soportarme en esos días que ni yo me soporto, la enfermedad, el duelo, en fin, como diría Santa Teresa el Libro de la Vida.
Me muevo en el mundo de lo simbólico, te comparto lo que a mí me ha servido desde mi experiencia, como muchas veces me faltan las palabras recurro a otras mujeres anteriores a mí que son referentes, a los cuentos, a las imágenes del tarot, y a mi mochila de recursos, no tengo técnica y tampoco me voy a inventar ningún Palabro inglés para venderte el descubrimiento del siglo, porque no lo es, solo te voy a mostrar lo que hago haciéndolo, como disfruto disfrutando, como cuando yo hacía prácticas, pues igual, al principio lo hacía igual que me habían enseñado hasta que a base de repetirlo muchas veces encontré mi manera.
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